Según el economista orureño, Joshua Bellot, la gestión del presidente Luis Arce le está dejando una carga pesada para el nuevo gobierno, tomando en cuenta que, si bien las reservas internacionales han recuperado favorablemente en los últimos meses, es muy bajo para las obligaciones que se tienen que cumplir.
Según el último informe del banco central de Bolivia, las reservas no llegan ni a 3.000 millones de dólares y este año se ha tenido que vender oro para poder cumplir con obligaciones como el pago ineludible de la deuda externa y la subvención de combustibles para mantener la estabilidad económica.
Lo peor, es que hasta fines de este año hay que cumplir con otra parte de deuda y con ello, el futuro ya es incierto, aseveró.

La carga es demasiado pesada para el próximo gobierno que de entrada requiere por lo menos 2.000 millones de dólares para asumir estos pagos.
Tendrá que buscar alternativas y no queda otra que acudir a financiamiento internacional, complementó.