Si en el oficialismo son perceptibles profundas diferencias entre un ala radical y otra de los renovadores; las fuerzas de oposición no son tampoco una taza de leche.
Un ejemplo claro es lo que aconteció con la segunda fuerza política en el Concejo Municipal de Oruro, que para las últimas elecciones municipales llevó el nombre de Un Sol para Oruro, representando de este modo la alianza entre Unidad Nacional de Samuel Doria Medina y Sol Oruro de Marcelo Medina.
Hoy en día esa alianza ha desaparecido y los 4 concejales que lograron llegar al curul y que hoy son objeto además del revocatorio, dispararon cada uno por su lado.
"Nunca hubo bancada después de los resultados de las elecciones. Pretendimos reunirnos pero ya no nos hicieron caso; desde ahí la situación estaba mal", explicó la concejal Nilda Fernández, que llegó al cargo en representación de Unidad Nacional.

"Al no haber bancada lo único que queda es trabajar sin colores políticos, que al parecer es lo mejor y ahora viene este revocatorio que al parecer proviene de alguien que no acepta nuestra gestión. No entiendo lo que pasa, pero seguiremos trabajando por Oruro mientras se pueda", puntualizó.